Sí, lo que pone delante de esta Honda CBR 1000rr es “Policija”, que en croata quiere decir Policía. Efectivamente, esta unidad forma parte de un nuevo escuadrón de motocicletas de gran cilindrada que incorpora el cuerpo de Policía de Croacia. Probablemente sean las motos más rápidas que ninguna fuerza de seguridad haya tenido jamás: la CBR alcanza los 300 km/h gracias a su motor de 1 litro de cubicaje y 180 Cv.

     Evidentemente estas motos han sido compradas para alcanzar a delincuentes a los que antes, con coches y motos que probablemente se quedan profundamente cortos ante deportivos y vehículos de gran cilindrada, no podían. La CBR 1000 les será de gran ayuda para perseguir también, por ejemplo, a un vehículo que se salte un control de velocidad. No tendrían dificultad en alcanzarlo usando la poderosa aceleración de la CBR ( 2.5 segundos hasta los 100 km/h ), al no ser que la peña vaya en un Bugatti Veyron.

      Las CBR de la policía croata vienen con más sorpresas. Por debajo de la doble salida de escape se encuentra un letrero digital luminoso con el que realizar indicaciones a los vehículos que con toda seguridad adelantarán rápidamente los policías.  

     La última “sorpresa” quizá es la menos agradable para los amantes de la velocidad: incorpora un sistema de radar con medidor instantáneo de velocidad. Instalar un control de velocidad les resulta tan sencillo como situarse en un punto, parar la moto y encender el radar.

Señor Pere Navarro, tome nota: Ya está bien de alemanas, queremos japonesas en nuestro cuerpo de guardia civil.

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