He conocido al piloto francés, que es muy bueno y muy cabrón a la vez. Sólo dos vueltas ya te van a doler, pero a ti porque sí te voy a dar tres. Va rápido, muy rápido.
Hay mucha gente que no quiere montar. Dicen que no, que lo pasan fatal. Pero yo no, yo lo tengo que probar. Así que arranca, pisa, no tengas piedad!
A la primera tengo la sensación de que mi cuerpo ya no tiene el control. Con cada curva vuelca mi corazón. Ahora entiendo el amor por la autodestrucción.
He tenido algún problema con mi globo ocular. Se me sale cuando frena ¿Cómo puede darme igual?
¡¡Rápido!!