Lamborghini presentó su nueva criatura, y el resultado es que ya no hay ningún ejemplar disponible hasta 2013. El nuevo V12 de Italia desbanca en prestaciones y calidad. El aspecto del Aventador sigue señas sin dejar de recordar la identidad italiana que tanto lo caracteriza, otra vez más, en la agresividad innata que le persigue.

El V12 inicial se instala por primera vez en el Lamborghini 350 GT en el año 1963. Su cilindrada era de 3.494 c.c. con una potencia de 280 cv a 6.500 rpm, y una velocidad máxima de 255 Km/h con 6,8 segundos en sprint. El motor, que daba una relación de 4,64 Kg/cv, se situaba de manera longitudinal en la parte delantera. Presentaba un cambio manual de 5 velocidades y tenía un peso final de unos 1.300 kg aproximadamente. Era el primer coche que fabricó Ferruccio.

Despues de 46 años, en el año 2009, se presenta la máxima evolución del mismo V12 en cuestión. Se trata del Lamborghini Murcielago LP670 Super Veloce. Esta vez el V12 presenta una cilindrada de 6.496 c.c. con una potencia de 670 cv a 8000 rpm y una velocidad máxima de 342 Km/h con 3,2 segundos en sprint. El motor, que da una relación de 2,34 kg/cv, se sitúa de manera longitudinal central-trasera. Presenta un cambio semi-secuencial de 6 velocidades y un peso final de 1.565 kg aproximadamente. Es el último modelo que monta el único V12 en la casa de Sant’Agata.

Como podéis observar, para los que no están tanto en el tema, la evolución del bloque es bestial. Pasa de 3,5 litros a 6,5 litros, de acelerar en 6,8 segundos a 3,2 segundos, y lo más impactante: de 280 cv a 670 cv, de 255 Km/h a 342 Km/h. En cualquier caso, los datos, a proporción por la edad de las criaturas, son brutales igualmente.

El caso del nuovo toro se mantiene en estética y presenta un nuevo bloque V12 de 6.498 cc con una potencia de 700 cv a 8.250 rpm y una velocidad máxima de 350 Km/h con 2,9 segundos de sprint. El motor, que da una relación de 2,25 Kg/cv, sigue siendo longitudinal central-trasero. Presenta un cambio ISR de 7 velocidades y un peso final de 1.575 Kg aproximadamente.

Y ahora nos trasladamos a Zaragoza, nos remontamos a la feria del pilar de 1993. Como caso exceptual, se le otorgó el trofeo al toro más bravo. Ese toro tuvo una lucha muy apasionada y llena de emociones sangrientas con el torero Emilio Muñoz, por lo que se le otorgó tal premio. Y ese toro provenía de la ganadería «Hijos de Don Celestino Cuadri Vides» y se llamaba Aventador.

La demanda ha sido tan fuerte que la producción del vehículo esta vendida hasta el año 2013. Todo aquel que lo ha probado solo pronuncia palabras como, descomunal, atronador, brutal, salvaje o bestial. Desde el arrancado donde tiembla la tierra, pasando por unas fuerzas G que te indican la capacidad de desgarrar la caretera en su sprint, hasta llegar a los 200 Km/h en 8,6 segundos. Pero el dato más… más… vamos que lo lees y te paras a pensar… atención, la velocidad máxima es de 350 Km/h porque esta autolimitada electrónicamente. El fabricante asegura que la máxima sin restricciones es superior.

Lamborghini nunca ha dejado de sorprendernos y con el Aventador quedan muchas revistas y comparativas a rellenar. No creo que hoy por hoy haya ningún otro deportivo que lo supere de manera global. Recuerdo la «apuesta» en Harrods entre un SLR, un Carrera GT y un Murcielago. Se trataba de ver que opinaba la gente de la calle, gente que unos saben lo que es y otros no. Se trataba de ver que coche recibia más fotos. Ganó, indiscutiblemente el Murcielago.

Por cierto, hace poco se presentó en Ginebra el Aventador J, la versión de lo que sería un descapotable, Roadster o mejor dicho Spyder del Aventador. Solamente se construyó un modelo para exponerlo en la feria, listo para ser matriculado en caso de venta. Y si, se vendió, se pagó por el la cantidad de 2,1 millones de Euros.